Botox para el bruxismo ¿soy apto para el tratamiento?
Son muchos los pacientes que llegan a la consulta preguntando por el tratamiento de Botox para el bruxismo, esto se debe a que últimamente se ha convertido en un tratamiento muy popular y de "bajo costo" si se considera el gran alivio que genera en los pacientes.
Pero, ¿Son todos los pacientes bruxómanos aptos para este tratamiento?
Como ya deben saber, el botox es una toxina producida por una bacteria que lo que causa, es bloquear la acción muscular, generando un músculo débil que se contrae con menor intensidad y que por esta razón al ser inyectado en los músculos responsables del bruxismo va a lograr atenuar o eliminar los dolores derivados de este.
Antes de infiltrar la toxina en los músculos masticadores que causan la parafunción del bruximo se debe realizar una ficha clínica para determinar básicamente si el paciente realmente bruxa, hace cuanto tiempo, con que intensidad y frecuencia, si usa o no plano de relajación, hace cuanto tiempo lo usa, donde y cuando se lo hizo, entre otras cosas.
El paciente ideal para el tratamiento es aquel paciente que presenta músculos hipertróficos (fuertes y grandes) y que a pesar de sus esfuerzos por usar plano de relajación no ha logrado disminuir los dolores musculares al despertar, ya sea porque no tolera el plano o porque se lo saca inconscientemente por las noches.
Los dolores musculares derivados del bruximo pueden variar increíblemente de un paciente a otro, algunos pacientes relatan dolor mandibular, otros dolores de cabeza, algunos dolores de cuello e incluso de espalda, y los más desafortunados pueden experimentar dolores en todas estas zonas. El 100% de los pacientes que son tratados con botox disminuyen o eliminan estos dolores musculares en su totalidad, pero no así aquellos pacientes que presentan patología articular o dolor en su articulación mandibular (pudiendo estas incluso agravarse).
En los casos de pacientes que bruxan y que no califican para la infiltración de toxina botulínica ya que su problema puede solucionarse mediante otros métodos, existe una gama de posibilidades, ya sea con un plano de alivio oclusal (bien realizado) o algo tan simple como un desgaste selectivo de sus piezas dentarias.
Es por esta razón la importancia de un examen previo a la aplicación de toxina, ya que todo tratamiento debe ser previamente indicado, siempre realizado bajo un diagnóstico minucioso que incluye una entrevista al paciente, un examen extraoral muscular y articular, un examen intraoral y si el caso lo requiere un examen imagenológico.
Por lo tanto mi consejo antes de cualquier aplicación con botox es informarse sobre quienes son los pacientes ideales (ya que como vimos, no todo bruxómano califica para el tratamiento) y consultar siempre a un especialista en la materia.
